En México y en el mundo hay una condición que está acabando con la vida de cientos de miles de personas. Su magnitud es enorme y sus implicaciones difíciles de dimensionar. El sector social afectado por esta enfermedad es cada vez mayor, pues no respeta estratos sociales y ahora tampoco respeta edad. Hablo del sobrepeso y la obesidad.
Las estadísticas nacionales nos indican que en el norte del país la obesidad y el sobre peso en menores de cinco años ha aumentado de manera considerable desde 1988. Si bien el aumento se ha dado a nivel nacional, las estadísticas muestran que en el norte los índices son mayores.
Al analizar los números relativos a la prevalencia nacional de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años podemos ver que el sobrepeso ha aumentado o se ha estabilizado, afectando a cerca de un 20% de esta población. La obesidad también ha aumentado, particularmente en los varones.
En el caso de los jóvenes de 12 a 19 años también se observa un aumento en la obesidad. Los datos del 2012 muestran que un 43.9 por ciento de la población entre 12 y 19 años padece de sobrepeso u obesidad. El futuro de nuestro país se está enfermando.
Pero la mayor evidencia del aumento de obesidad y sobrepeso se observa en la población mayor de 20 años. Entre los adultos, entre el sector al que pertenece la población económicamente activa, jefes de familia, donde se ubican la mayor parte de las personas responsables porque la sociedad funcione: maestros, policías, trabajadores, taxistas, profesionistas, etc. En 2012 un 69.4 por ciento de la población masculina de México padecía de sobrepeso y obesidad, acompañados por un 73% de las mujeres.
Como referencia, cabe mencionar que en la actualidad, la herramienta preferida para determinar si una persona se encuentra dentro de rangos peligrosos de peso es el índice de masa corporal (IMC), que toma en cuenta la talla y el peso para arrojar un número que sitúa a la persona dentro de un rango específico. Un peso saludable o ideal tiene un IMC de 18.5 a 24.9, una persona con un IMC mayor a 25 se considera con sobrepeso. La obesidad tipo 1 empieza con un IMC de 30, la obesidad tipo 2 con 35, la obesidad tipo 3 (mórbida) con 40 y el paciente con un IMC mayor a 50 se ubica dentro del rango de la súper obesidad
La obesidad preocupa por muchas razones. Puede provocar falta de movilidad, una baja autoestima, aislamiento social y sin duda es un factor determinante en el deterioro de la salud. Los datos indican que la presión arterial, colesterol, mortalidad multi-causal y la mortalidad por embolia e infartos aumenta tanto en hombres como mujeres en tanto incrementan los niveles de sobrepeso.
Estudiar y ofrecer soluciones para este fenómeno resulta el reto más importante que enfrentamos en el sector médico público y privado. Pero una solución generada desde un solo sector resultaría insuficiente para un problema de tal magnitud; es necesario que haya cambios en política alimentaria, en la publicidad de ciertas comidas dirigida a menores y otros puntos de gran relevancia.
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