Obesidad: sus causas y consecuencias

La obesidad es uno de los problemas de salud pública más graves en el mundo actual. La obesidad ha sido reconocida como […]

Obesidad: sus causas y consecuencias

La obesidad es uno de los problemas de salud pública más graves en el mundo actual. La obesidad ha sido reconocida como una epidemia global, ya que el número de personas con obesidad se ha triplicado desde 1975 [1]. Sin embargo, lo más preocupante es que la obesidad no solo ha aumentado entre los adultos, sino también entre los adolescentes y los niños pequeños.

A continuación, discutiremos cuáles son los factores desencadenantes de la obesidad y cuáles son sus consecuencias sobre los riesgos para la salud y sus comorbilidades asociadas. Pero primero comenzaremos explorando la diferencia entre sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida; continuaremos mostrando lo extendido que está este problema en diferentes naciones como Estados Unidos, Canadá y México, y concluiremos enumerando cuáles son las alternativas más seguras y efectivas para el tratamiento de la obesidad.

Diagnóstico

Hace muchos años, la obesidad era percibida como una mera “cuestión de malas decisiones” por muchas personas, incluidos los médicos. Sin embargo, esto está muy lejos de la verdad. La obesidad no es solo una cuestión de lo que se come y qué tipo de elecciones se toman. De hecho, es un problema de salud multifactorial que puede depender de muchas circunstancias diferentes, por ejemplo:

  • Genética
  • Historia familiar
  • Historial médico y problemas de salud preexistentes
  • Uso de ciertos medicamentos
  • Condiciones sociales y económicas
  • Edad
  • Embarazo
  • Estrés
  • Falta de sueño
  • Inactividad
  • Prevalencia de los desiertos alimentarios y falta de opciones de alimentos saludables
  • Cultura sobre el consumo de alimentos
  • Tipo de dieta
  • Hábitos alimenticios poco saludables
  • ¡Incluso la forma en que se mastica y traga!

Hoy en día, la obesidad se percibe más claramente como un problema social complejo más que como un problema individual.
La obesidad fue reconocida como una enfermedad en 1998 por la Organización Mundial de la Salud [2]. El sobrepeso y la obesidad se definen actualmente como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud [1]. Estas afecciones generalmente se diagnostican considerando el índice de masa corporal (IMC) de una persona. El IMC se considera el principal indicador de obesidad, pero existen muchos otros, como el tamaño de la cintura e indicadores clínicos como la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar.
Para calcular tu IMC, debes dividir tu peso en kilogramos por el cuadrado de tu altura en metros.

IMC = kg / m ²

Aquí tenemos las diferentes categorías de peso para adultos, basadas únicamente en el cálculo del IMC:

  • Peso bajo: IMC por debajo de 18.5
  • Peso saludable: IMC entre 18.5 y 24.9
  • Sobrepeso: IMC entre 25 y 29.9
  • Obeso: IMC entre 30 y 39.9
  • Obesidad mórbida: IMC de 40 o más [3]

Se aplican diferentes criterios para los niños. En los casos de adolescentes y niños, la obesidad se diagnostica con base en el percentil de su IMC en las tablas de crecimiento para adolescentes y niños de la misma edad y sexo en su país.

Prevalencia

Desafortunadamente, la obesidad se ha vuelto muy común en las últimas décadas. Se ha estimado que, para 2016, 650 millones de adultos en el mundo eran obesos. Esto representa, aproximadamente, un 13% de la población mundial. Otro 23% de la población mundial en 2016 se consideró con sobrepeso; esto significa que al menos el 39% de la población mundial (1,900 millones de adultos) tiene sobrepeso u obesidad [1].
Sin embargo, la tasa de obesidad varía en cada país. Los Estados Unidos tiene una de las mayores tasas de obesidad en el mundo: el 37% de su población adulta y el 21% de su población adolescente es obesa. Canadá y México también tienen altas tasas en este tema. En Canadá, el 31% de la población adulta y el 11% de la población adolescente es obesa. En México, el 28% de la población adulta y el 14% de la población adolescente es obesa. En estos tres países, se prevé que la tendencia a la obesidad vaya en aumento durante los próximos años, por lo que este problema se agrava cada vez más [4].

Tasas de obesidad y ranking mundial

Ranking mundial [5]PaísTasa de obesidad (% de la población adulta)
1Naubu61%
12Estados Unidos37%
26Canadá31%
29México28%

Causas principales

Entonces, ¿qué causa exactamente la obesidad? Son muchas las causas que contribuyen a este problema y la mayoría de ellas actúan simultáneamente. Sin embargo, la causa principal del aumento de la prevalencia de la obesidad es el hecho de que nuestro estilo de vida moderno nos ha llevado a hábitos más sedentarios y que los alimentos que están disponibles para nuestro consumo son altamente procesados y ricos tanto en carbohidratos como en grasas. En muchos casos, obtener alimentos saludables de alta calidad y a precios convenientes se ha vuelto cada vez más difícil en ciertas regiones. Estas circunstancias, combinadas con un entorno más agitado y estresante, abren el camino hacia hábitos poco saludables que conducen a un aumento de peso excesivo y al padecimiento de muchas otras enfermedades relacionadas.

Calorías

La energía que nos aporta la comida se mide en calorías. Cuando comemos alimentos altos en calorías, altos en carbohidratos y altos en grasas, generalmente acumulamos más energía de la que podemos quemar con nuestra actividad diaria. El exceso frecuente de ingesta calórica provoca un aumento de peso. Una dieta saludable generalmente contiene un promedio de 2,500 calorías para los hombres y 2,000 calorías para las mujeres al día; esto incluye alimentos y líquidos.

Inactividad

El sedentarismo y la escasa actividad física también provocan obesidad. El ejercicio y el movimiento nos hacen quemar calorías y grasas, y esto fortalece nuestra condición física y salud. Cuando pasamos mucho tiempo sentados o acostados, almacenamos la energía en nuestro cuerpo en forma de grasa. La Organización Mundial de la Salud recomienda dedicar entre 150 y 300 minutos a la semana al ejercicio moderado [6]. Caminar al menos 30 minutos al día es una excelente manera de mantenerse activo y saludable.

Hábitos alimenticios poco saludables

Comer en exceso, comer comida chatarra y los atracones son todos ejemplos de malos hábitos alimenticios que causan obesidad. Por lo general, caemos en estos comportamientos cuando somos más vulnerables: estamos estresados, ansiosos, tristes o simplemente apurados.
Es importante practicar el autocuidado y reducir los desencadenantes del estrés para que podamos tomar mejores decisiones con la comida. También ayuda tomarnos nuestro tiempo para masticar bien los alimentos. Esto nos ayuda a disfrutar más de nuestra comida, le indica a nuestro cuerpo cuándo está lleno a tiempo y facilita nuestra digestión.

Genes e historia familiar

Nuestro físico y tendencias de salud suelen depender de la historia de nuestra familia. Después de todo, los miembros de la familia comparten muchas similitudes tanto en el aspecto físico como en las condiciones médicas, que a veces se heredan. Si muchos miembros de tu familia padecen obesidad, es probable que tú también seas propenso a padecerla. Pero esto no es inevitable; se puede prevenir incluso si viene de familia. Tener una dieta y un estilo de vida saludables que incluya ejercicio frecuente puede frenar la obesidad.

Condiciones de salud y medicamentos

Algunas condiciones médicas y el uso de ciertos medicamentos suelen causar un aumento de peso no deseado. Por ejemplo, el hipotiroidismo, donde la glándula tiroides no produce suficientes hormonas, generalmente causa sobrepeso. Una producción excesiva de esteroides, como en el caso del síndrome de Cushing, también provoca obesidad. En las mujeres, el síndrome de ovario poliquístico (POCS) generalmente causa aumento de peso también.
Por otro lado, el uso de medicamentos como antidepresivos, antipsicóticos, corticosteroides, medicamentos anticonvulsivos y antihiperglucémicos también provoca aumento de peso.
Existen además ciertas condiciones físicas que tienden a reducir la movilidad, lo que a su vez conduce a la inactividad y al aumento de peso. Por ejemplo, puede ocurrir en el caso de artritis o dolor en las articulaciones.

Consecuencias

La obesidad en sí misma provoca una serie de problemas de salud diferentes. Tener obesidad puede desencadenar:

  • Mortalidad general
  • Hipertensión (presión arterial alta)
  • Dislipidemia (colesterol alto)
  • Diabetes tipo 2
  • Enfermedad del corazón
  • Apnea obstructiva del sueño
  • Dolor en las articulaciones
  • Enfermedad de la vesícula
  • Problemas digestivos
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico
  • Incontinencia urinaria
  • Osteoartritis
  • Baja fertilidad
  • Ciertos tipos de cánceres
  • Depresión
  • Ansiedad
  • COVID-19 severo
  • Bajar de peso puede aliviar y resolver muchas de estas consecuencias.

Tratamientos

La mayoría de las personas recurren a la dieta y el ejercicio como métodos para perder peso. Por lo general, esto funciona para personas con sobrepeso o personas con un IMC alto que no tienen ninguna afección médica grave. Pero, a veces, este enfoque no produce los resultados deseados por sí solo.
La cirugía bariátrica es el tratamiento más efectivo contra la obesidad. La cirugía bariátrica ayuda a eliminar la mayor parte del exceso de peso corporal y también contribuye a mejorar y resolver muchas enfermedades relacionadas con la obesidad. Existen muchos tipos de cirugía bariátrica. Algunos utilizan métodos restrictivos en los que el tamaño del estómago se reduce significativamente para que el paciente pueda tener un mayor control sobre las porciones que consume. El procedimiento con balón intragástrico y la manga gástrica son ejemplos de cirugías bariátricas restrictivas. Otros utilizan métodos malabsortivos en los que se modifica el sistema metabólico del paciente para favorecer una digestión más rápida. En este método, el tamaño del estómago se reduce y el intestino delgado se acorta un poco para que pueda absorber menos nutrientes de los alimentos. Ejemplos de este tipo de cirugías bariátricas son el bypass gástrico, el mini bypass gástrico y el cruce duodenal.
Un tratamiento bariátrico debe complementarse con una dieta saludable y ejercicio constante. La cirugía bariátrica logra una pérdida de peso dramática en solo unos meses después de la cirugía, pero el cambio a un estilo de vida más saludable permite al paciente mantener su nuevo peso y evitar aumentos posteriores.

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Referencias