La relación médico-paciente

La Organización Mundial de la Salud define a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, […]

La Organización Mundial de la Salud define a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Para lograr dicho estado, que elude a tantos millones de personas en el mundo, los profesionales de salud de todas las especialidades deben asumir las responsabilidades que esta definición implica.

Lo cierto es que pocos médicos reciben formación explícita sobre la forma en que se deben relacionar con sus pacientes, a pesar de que se conoce que la relación médico-paciente tiene una función terapéutica de primera importancia. -Diversos estudios indican que una mayor consciencia de los prestadores de servicios de salud sobre la importancia de la conexión con el paciente les permitiría situar el desarrollo de esta relación como prioridad.

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Una relación terapéutica entre médico y paciente se debe dar en el contexto de una experiencia humana, en la que la confianza y seguridad del paciente sea de primerísima importancia. La cura para la aflicción del paciente no inicia con el diagnóstico, la receta médica o la cirugía; inicia desde el momento de la primera consulta, en la que se establecen las bases para la relación que lo definirá todo.

Algunas de las características más importantes de la relación médico-paciente son:

– Fundamentalmente, debe ser una experiencia humana.

– El médico se debe preocupar por desarrollar su propia inteligencia emocional, de modo que pueda propiciar una buena conexión con el paciente.

– Al paciente se le debe tratar con profesionalismo y puntualidad, pues su tiempo es tan valioso como el del médico.

– El médico y su personal deben hacer uso de herramientas y plataformas modernas que mejoren la experiencia del paciente y ayuden a optimizar el tiempo de consulta y la administración de los servicios que el médico proporciona.

– El médico se debe preparar con literatura adecuada para que el paciente entienda mejor su diagnóstico, tratamiento o condición en general.

– Debe existir un espacio de tiempo adecuado para hablar de los efectos secundarios y contraindicaciones y/o riesgos que cualquier terapia o cirugía puedan tener.

– El médico, su personal y las condiciones de su consultorio deben propiciar un ambiente seguro, para que el paciente pueda revelar sus preocupaciones y síntomas sin pena ni reservas.

La consulta médica es piedra angular en el cuidado de la salud y su función no se limita solamente a la recopilación de información, también es el momento de establecer una conexión entre el médico y el paciente. Si bien el doctor no está ahí para “caerle bien” al paciente, es indispensable que exista un ambiente agradable que fomente una comunicación abierta y permita al médico percibir las características bio-psico-sociales del paciente. Los estudios también indican que cuando un paciente se siente con la confianza de hacer preguntas y hablar abiertamente con su médico, mejoran su apego a las indicaciones terapéuticas y su respuesta al tratamiento prescrito.

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Por otro lado, no hay mayor enemigo en la comunicación entre paciente y médico que la ansiedad. Muchos pacientes reportan que las indicaciones médicas les resultan incomprensibles cuando su nivel de ansiedad es muy alto, confirmando de nuevo la importancia de la conexión entre las dos partes.

En el caso del paciente obeso, los temas a tocar durante la consulta pueden venir cargados de emoción, culpa y enorme frustración; el paciente con frecuencia llega a consulta emocionalmente drenado y convencido de que nadie lo entiende. Un cirujano bariatra puede potencialmente transformar la vida de un paciente obeso y ayudarle a lograr un estilo de vida que antes parecía inalcanzable. Pero dado que la cirugía bariátrica es más exitosa en el contexto de un programa integral, la relación médico- paciente toma una relevancia aún mayor.

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