Una de las situaciones más difíciles a la que nos enfrentamos cuando tratamos de comer saludable es a la tentación y a la gente que nos dice “no pasa nada”, “cómete un pedacito nada más” o que ante nuestra negativa nos juegan la carta de “una vez al año no hace daño”. La realidad es que emprender un nuevo estilo de vida requiere de voluntad, decisión y determinación; pero tal parece que todos a nuestro alrededor están empeñados en romper ese triángulo de valores que nos trata de sostener.
Los expertos indican que la mejor manera de enfrentar la tentación es con un amable pero firme “no”. En el momento en que damos explicaciones abrimos la puerta a los argumentos de otros. Esto resulta especialmente importante para el paciente bariátrico en la etapa de su dieta pre-operatoria.
La honestidad siempre es una excelente aliada, a veces la gente desiste de sus intentos por ofrecernos una rebanada de pastel si le decimos con toda sinceridad, “mil gracias, pero lo que pasa es que estoy en una dieta especial” o “muchas gracias, pero estoy tratando de bajar unos kilitos”. Lejos de ofenderse, puede ser que la persona decida brindarnos su apoyo.
Aquí algunos consejos sobre cómo enfrentar situaciones tentadoras:
Oficina:
Si en tu oficina suele haber donas, pastelitos o papitas, trata de evitar el lugar en que las guardan. Nunca te vayas a trabajar sin llevar un refrigerio saludable y si es necesario tu comida. Si sientes la confianza de hacerlo, comenta con tus compañeros que te estás cuidando, que es todo un reto y que agradeces mucho su apoyo, a lo que puedes agregar: “¿alguien quisiera salir a caminar conmigo a la hora de la comida?”.
Reuniones familiares:
El pastel de queso de tu mamá, la sangría que prepara tu hermano, la lasaña famosa de tu cuñada… alimentos y bebidas como estos brindan cierto confort, son familiares y tradicionales y es difícil decirles que no. A veces la familia, en su intención de mostrar cariño o inclusive por una tradición de sabotaje no detectada y no mal intencionada, es quien más te ofrece tentaciones. Nadie conoce a tu familia mejor que tú. Sé sincero con ellos, háblales de tus planes, de tus sueños, de la realidad de tu estado de salud y confiesa que si no te brindan apoyo real, tendrás que verlos en momentos en que no haya comida involucrada.Cine
El cine es de los pocos lugares en los que resulta casi imposible encontrar una sola opción saludable; pues hasta en una tienda de conveniencia se pueden comprar unas nueces o una fruta. En tanto que los cines nos brinden opciones más saludables trata de llegar bien comido a la función, ¡una cena o comida saludable previa te ayudará a ser de esas pocas personas que entran al cine solo con una botella de agua! También puedes planear visitar un lugar favorito que ofrezca opciones saludables después de la película.
Tiempo de pareja
La pareja es con quien primero debemos hablar al decidir cambiar de hábitos, pero con frecuencia es la conversación más difícil que tendremos. Un “¡claro que te apoyo!” se esfuma con la primera caja de chocolates, el primer “fui por tacos y te traje unos” o el primer domingo en que te despierta un inconfundible olor a chilaquiles o hotcakes.
La conversación con la pareja puede tomar varios rumbos; uno puede ser el ideal, en el que tu pareja se emociona contigo, adopta tus nuevos hábitos y todos viven felices para siempre. Pero lo que tienes que tomar en cuenta es que tu pareja vivirá un tipo de duelo, aunque te suene exagerado, el “viejo tú” desaparecerá y eso no siempre es fácil para tu otra mitad. Varias conversaciones cortas pero sinceras pueden ser más efectivas que una larga y cansada, haz la prueba, ármate de valor y paciencia y dile a tu pareja que este puede ser el reto más importante de tu vida y que su apoyo te será indispensable y alentador.
Cenas, comidas o desayunos con amigos
A veces los amigos son los expertos del “no pasa nada”. Sobre todo ya que empiezan a notar que has bajado de peso, pueden decirte: “vas muy bien, puedes hacer un poquito de trampa, no pasa nada”. Dependiendo del amigo y del tipo de relación puedes responder con un toque de humor o con cierta seriedad, tú decide; pero no dejes de enfatizar que tu cambio de hábitos no es una moda ni algo temporal y que necesitas de la comprensión de la gente que te quiere para poder lograr tu meta.
Cambiar de hábitos es difícil por muchas razones, primero porque quizá llevamos años con un estilo de vida poco saludable y después, porque es parte de la naturaleza humana querer lo que no tenemos. Ante esto, lo mejor es siempre estar preparado para las situaciones que la vida cotidiana presenta.
Encuentra motivación y consuelo en estos hechos:
-Estudios comprueban que se nos antoja lo que comemos, así que ten paciencia, en poco tiempo tus antojos serán más saludables.
-Privarte de algo es una lucha, pero elegir algo libremente fortalece la voluntad. Los buenos hábitos no equivalen a privarte de todo lo que te gusta; equivalen a siempre elegir lo que es mejor para ti.
-Algunas investigaciones comprueban que los efectos reconfortantes de la comida alta en azúcar y grasa dura escasos tres minutos, sin embargo la culpa puede durar muchísimo más y tiende a ser acumulativa.
-Comer con conciencia le quita “poder” a la comida para dártelo a ti. Practica comer con plena conciencia, nunca de forma apresurada, la diferencia es muy significativa.
Para un paciente bariátrico el cambio de hábitos vendrá por fases y en LIMARP contará con todo el apoyo necesario. Para una valoración sin costo a LIMARP Centro de Excelencia Internacional enObesidad al (664) 686 2542 o llena una forma de contacto en https://www.limarp.com/es/.