Cirugía bariátrica y salud mental

Hablaremos sobre la correlación entre obesidad, cirugía bariátrica y depresión, y revisaremos los múltiples factores que inciden dentro de esta ecuación.

Cirugía bariátrica y depresión

Las personas que padecen obesidad comúnmente sufren de otras condiciones de salud como enfermedades cardiacas, hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, hígado graso, apnea del sueño…pero no solo esto. La obesidad también detona riesgos para la salud mental. La prevalencia de enfermedades mentales, tales como la depresión y la ideación suicida, ha sido muy estudiada en pacientes con obesidad.

La incidencia y severidad de estas enfermedades han sido comparadas entre pacientes con obesidad que han tenido cirugía bariátrica y pacientes con obesidad que no han tenido procedimiento quirúrgico o han participado en programas de intervención en el estilo de vida.

Tomar consciencia sobre estos riesgos es un gran paso para reflexionar en torno a tu elegibilidad a cirugía bariátrica y, lo más importante, para considerar la prevención. A continuación, hablaremos sobre la correlación entre obesidad, cirugía bariátrica y depresión, y revisaremos los múltiples factores que inciden dentro de esta ecuación.

Existe una relación bidireccional entre obesidad y depresión. Una persona deprimida suele caer en malos hábitos alimenticios, como atracones, lo cual puede llevar a la obesidad; y una persona con obesidad puede caer en depresión debido a una pobre apreciación de sí mismo y a una baja autoestima. Es un círculo vicioso.

En un estudio de meta-análisis longitudinal de 2010, se reportó que personas que padecen obesidad tienen un riesgo 55% más alto de caer en depresión cuando se les compara con personas que no la padecen; pero las personas con depresión tienen casi las mismas probabilidades (58%) de padecer obesidad.

La relación entre obesidad y depresión no es unívoca, ya que muchos factores pueden detonarla o inhibirla, pero el riesgo alto prevalece. Cabe señalar, sin embargo, que el sobrepeso y la obesidad no conllevan necesariamente el mismo riesgo.

La severidad de la obesidad hace una diferencia. Algunos estudios han informado que puntuaciones más altas en el índice de masa corporal son motivo de una mayor prevalencia de depresión. Un estudio sugiere una prevalencia de depresión tres veces mayor en pacientes con un IMC superior a 40, en comparación con pacientes de IMC entre 35 y 39.9.

Cirugía bariátrica y depresión

Dado este escenario, lo más probable es que la mayoría de los pacientes que buscan un tratamiento de cirugía bariátrica tengan antecedentes de depresión o puedan caer en estado de depresión en el futuro. Un estudio ha demostrado que del 15 al 32% de los pacientes que buscan tratamiento de cirugía bariátrica reporta estar en un estado actual de depresión, y que entre 50 y 70% ha experimentado al menos un episodio de depresión en su vida.

Aunque no existe un vínculo directo y científicamente probado entre la perdida de peso obtenida tras una cirugía bariátrica y la depresión, se teme que las enfermedades mentales en los pacientes puedan conducir al fracaso del tratamiento. Para 2005, el 86.4% de los programas registrados en el directorio de la Sociedad Estadounidense de Cirugía Bariátrica requerían que los candidatos a cirugía aprobaran una evaluación psiquiátrica para autorizarles el tratamiento.

Las aseguranzas médicas también solicitan este requisito. Es indudable que se necesita un estado mental óptimo para soportar las dificultades de la fase post-operatoria de cualquier cirugía, pero se requiere con mayor razón cuando se trata de una cirugía bariátrica, porque gran parte de la vida del paciente experimentará cambios muy importantes y su compromiso consciente de mantener hábitos de vida saludables resulta fundamental. Por esto es fundamental que el paciente obtenga la aprobación de un psiquiatra certificado para ser candidato a cirugía bariátrica.

En LIMARP Centro de Excelencia Internacional en Obesidad, nos preocupamos por la salud física y mental de nuestros pacientes. Nuestros programas de tratamiento para la obesidad incluyen una evaluación psicológica completa para determinar la elegibilidad del paciente a cirugía bariátrica. Esta evaluación se puede realizar a distancia, mediante consultas en línea. Si el paciente no aprueba la evaluación psiquiátrica, podrá continuar con consultas de seguimiento o ser referido con otro proveedor de salud. Cuando el paciente esté listo, se le podrá realizar una re-evaluación para poder continuar con su tratamiento.

Los efectos de la cirugía bariátrica en la depresión han sido ampliamente analizados con estudios de corto y largo plazo que calculan la incidencia de síntomas depresivos en pacientes antes de su cirugía y después de su cirugía en diferentes momentos, como los 6 meses, 1 año, 2, años… hasta 8 años después. Los hallazgos de estos estudios sobre cirugía bariátrica y depresión señalan que la mayoría de los pacientes reducen sus síntomas depresivos durante los tres años posteriores a la operación. El primer año es el más significativo en esta mejoría. Se observaron también beneficios en los niveles de ansiedad, autoestima y calidad de vida en general.

Sin embargo, estos estudios también señalan que los beneficios de la cirugía bariátrica en la depresión disminuyen después de 4 años. Hay muchos factores que influyen en esta tendencia. Los explicaremos a continuación.

Índice de masa corporal

Anteriormente afirmamos que las personas con un IMC superior a 40 tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión en comparación con las personas que tienen un IMC entre 35 y 39,99. Esta correlación entre el IMC y la depresión también ha sido reconocida en pacientes después de 4 años de su intervención quirúrgica. Se ha observado que, a mayor pérdida de peso, mayores probabilidades se tienen también de superar la depresión.

Los pacientes que logran una pérdida de al menos 25% de su peso inicial a 4 años de su cirugía se recuperan de la depresión a largo plazo. Sin embargo, se ha observado que los pacientes que pierden menos del 25% de su peso inicial a 4 años de su cirugía han tendido a caer en síntomas depresivos, incluso a tasas similares de personas con obesidad que no han recibido tratamiento quirúrgico.

Lo más preocupante de estos hallazgos es que esta tendencia se observó también en pacientes que no habían tenido antecedentes depresivos antes de su cirugía si no perdían más del 25% de su peso inicial para los 4 años después de su cirugía.

Los reportes señalan esta tendencia en un 10 hasta 20% de los pacientes que no lograron una pérdida de peso mayor a ese límite. Se trata de una minoría, pero se debe prevenir para todos. Más adelante hablaremos de algunas medidas para prevenir enfermedades mentales en pacientes que han tenido una cirugía bariátrica.

Una explicación para esta correlación entre la disminución del IMC después de la cirugía bariátrica y la depresión es la sensación de fracaso por no lograr un objetivo muy deseado, o por tener expectativas excesivamente altas sobre los resultados del tratamiento.

Recuperación de peso

Los pacientes que se someten a una cirugía bariátrica pierden una mayor cantidad de peso durante el primer año de la cirugía. Algunos pacientes pueden perder la mitad de su peso en 1½ o 2 años después. Esto depende del tipo de cirugía que recibió el paciente y la medida en que él o ella ha adoptado y mantenido un estilo de vida saludable que incluya buenos hábitos alimenticios y ejercicios rutinarios.

Sin embargo, a medida que pasan los años, la mayoría de los pacientes de cirugía bariátrica pueden experimentar un ligero aumento de peso. Esto es de esperarse, porque el cuerpo se adapta a su dieta y actividades. Sin embargo, la gravedad de la recuperación de peso podría desencadenar síntomas depresivos.

La experiencia de recuperar peso después de la cirugía bariátrica puede generar sentimientos de fracaso que podrían aumentar el riesgo de depresión. Los cirujanos deben informar a sus pacientes que llega un punto después de la cirugía bariátrica en el que se detiene la pérdida de peso y se espera un ligero aumento, aunque no en todos los casos. El acceso a toda esta información podría evitar sentimientos de decepción y fracaso, y prevenir la depresión.

Procedimientos malabsortivos vs restrictivos

Algunas cirugías presentan riesgos más altos de depresión que otras. Un estudio taiwanés encontró que los pacientes que habían tenido procedimientos malabsortivos, como el bypass gástrico, tenían un mayor riesgo, de casi el doble, de desarrollar un trastorno depresivo, en comparación con los pacientes que se sometieron a procedimientos restrictivos como la manga gástrica.

Una posible explicación para esto es el hecho de que los procedimientos malabsortivos alteran el sistema metabólico del paciente. El tracto gastrointestinal sufre modificaciones después de una cirugía malabsortiva, lo que podría explicar una menor capacidad de respuesta a los medicamentos antidepresivos. La desnutrición también podría contribuir a la enfermedad mental si no es detectada a tiempo.

La percepción de poco apoyo social

Una cirugía bariátrica exige cambios importantes en el estilo de vida del paciente para producir mejores resultados y beneficios más duraderos. Sin embargo, estos cambios en el estilo de vida no solo afectan al paciente, sino también a su pareja, familiares y amigos.

Si el paciente adopta nuevos hábitos, como comer de manera diferente, unirse a grupos de apoyo o clases de ejercicio, o abandonar comportamientos perjudiciales, como atracones, beber en salidas sociales o dormir tarde, es probable que las personas que viven con el paciente también necesiten acostúmbrarse a estos cambios y adoptar otros hábitos ellos mismos para apoyar a su ser querido.

Esta disposición de los seres queridos para apoyar al paciente que ha recibido cirugía bariátrica puede mejorar o deteriorar su salud mental. Un estudio mostró que se tienen mayores probabilidades de caer en depresión cuando el paciente percibe que recibe poco apoyo social antes de su cirugía, pero sobre todo después de esta.

La percepción de apoyo social se asoció también con una menor tendencia a recuperar peso de vuelta, aunque en un grado mínimo. El apoyo de los miembros de la familia tuvo un impacto mucho mayor en la salud mental de los pacientes que el apoyo de los amigos.

Algunas parejas informan que pierden calidad en su relación al enfrentarse a más conflictos cuando no logran adaptarse a los cambios de comportamiento necesarios para el tratamiento del paciente. Los pacientes solteros, por otro lado, parecen ser más propensos a seguir las recomendaciones de dieta y ejercicio necesarias para cumplir con sus objetivos de pérdida de peso, en comparación con los pacientes casados.

Sin embargo, este estudio también mostró que el factor que parecía motivar los mayores gestos de apoyo para los pacientes de cirugía bariátrica era, precisamente, la depresión en sí, lo que a su vez disminuye la percepción que el paciente puede tener sobre el apoyo que recibe. La conciencia sobre las tendencias depresivas del paciente fue justamente lo que provocaba mayor apoyo de familiares y amigos.

Cuando se trata de cirugía bariátrica y depresión, el apoyo familiar definitivamente juega un papel importante. Sin embargo, el apoyo de la sociedad también repercute. Las personas con obesidad a menudo se enfrentan con prejuicios, humillaciones públicas o discriminación. Si un paciente se somete a una cirugía bariátrica, cambia su estilo de vida y pierde peso, pero no nota cambios en su entorno social, su imagen corporal y su autoestima estarán en riesgo constante.

Las clínicas de obesidad deben considerar la red de apoyo social del paciente y su papel durante el tratamiento de pérdida de peso. Hablar con los miembros de la familia e incluirlos en el proceso logra mejores resultados para los pacientes de cirugía bariátrica.

Otros factores

Los estudios sobre cirugía bariátrica y depresión también han analizado el papel de factores como la insatisfacción en la imagen corporal, la autoestima, la vergüenza y el perfeccionismo. Un estudio reveló que la depresión, la autoestima y el perfeccionismo fueron responsables de casi la mitad de la afectación en la satisfacción de la imagen corporal en las mujeres candidatas a cirugía bariátrica.

Las diferencias de género podrían ser otro factor en la relación entre cirugía bariátrica y depresión, pero esto es más difícil de justificar con datos científicos ya que las mujeres representan la gran mayoría de los pacientes que buscan y obtienen este tipo de cirugía. Las diferencias en la percepción sobre el cuerpo y la presión social podrían desempeñar un papel en la ecuación de cirugía bariátrica y depresión.

La ideación suicida

La ideación suicida es el riesgo más peligroso que puede surgir en la relación entre cirugía bariátrica y depresión. Sin embargo, el predictor más fuerte para la ideación suicida después de una cirugía bariátrica es contar con un historial previo a la intervención quirúrgica. En este sentido, es muy importante tener en cuenta los antecedentes en intentos de suicidio o autolesiones para proporcionar un seguimiento constante y apoyo a los candidatos a cirugía bariátrica. Incluso en este tema, la cirugía bariátrica es reconocida por disminuir síntomas depresivos y mejorar la calidad de vida durante el primer y segundo año después de la intervención quirúrgica.

La ideación suicida puede surgir más tarde, después de 3 a 4 años de la cirugía, cuando el periodo de luna de miel está por terminar o cuando los pacientes experimentan un aumento de peso. Sin embargo, las investigaciones muestran que esta ideación suicida es mínima y pasiva. La mayoría de los pacientes no tiene intención alguna de llevar a cabo el suicidio, solo lo piensan; sin embargo, la ideación suicida es un síntoma depresivo que debe ser prevenido.

Alternativas para la prevención de enfermedades mentales

Hemos descrito la relación entre cirugía bariátrica y depresión como bidireccional entre la obesidad, los cambios en el IMC, la recuperación de peso y otros factores sociales. Estas correlaciones existen y han sido probadas con diferentes métodos estadísticos en grandes poblaciones de pacientes de cirugía bariátrica durante la última década.

Pero esta tendencia no debe interpretarse como el común denominador entre todos los pacientes de cirugía bariátrica. Los estudios han identificado la predisposición al desarrollo de la depresión en minorías dentro de subgrupos de las muestras de investigación. Los porcentajes varían entre el 20 y 10% para los pacientes que experimentaron depresión tras mínimo 4 años de su cirugía bariátrica.

Este porcentaje es más bajo cuando se trata de la ideación suicida, entre 10 y 3%, dependiendo de la metodología de cada estudio.
Independientemente del porcentaje, la necesidad de medidas preventivas es indiscutible. El objetivo principal de los tratamientos para la obesidad es el bienestar del paciente a corto, mediano y largo plazo.

Terapia psicológica

En LIMARP brindamos terapia psicológica a cada paciente que busca tratamiento quirúrgico o no quirúrgico para la obesidad. Nuestros especialistas se asegurarán de que estés mentalmente preparado para comenzar tu tratamiento.

Te proporcionaremos toda la información que necesitas para estar plenamente consciente de los riesgos y los resultados que puedes esperar después de tu cirugía bariátrica. Ofrecemos terapia presencial en nuestra clínica, pero también ofrecemos sesiones de terapia por videoconferencias y llamada telefónica.

Después de tu procedimiento quirúrgico, proporcionamos terapia psicológica de seguimiento cada mes durante el primer año. Después de eso, las sesiones de terapia generalmente se brindan cada tres meses. Esto podría cambiar, dependiendo de las necesidades personales del paciente.

Grupos de apoyo

Los grupos de apoyo son una excelente estrategia para compartir experiencias entre personas que se han enfrentado a problemas similares. En estas reuniones grupales, las personas son más empáticas entre sí porque pueden relacionarse con las experiencias de los demás y compartir reflexiones y consejos.

En LIMARP, te ponemos en contacto con grupos de apoyo en línea después de tu cirugía. Tener un grupo de personas que puedan escuchar y comprender por lo que estás pasando alivia la ansiedad y te mantiene consciente de que no estás solo.

Busca el apoyo de sus seres queridos

A veces, sentimientos de inseguridad y angustia pueden conducir al aislamiento. Habla con tus seres queridos sobre tus necesidades y emociones. Mantener un diálogo constante, compartir actividades y colaborar en objetivos comunes fortalece tus relaciones y enriquece tu red de apoyo. Recuerda mantenerte en contacto con tus amigos y planear salidas o actividades en casa que todos puedan disfrutar.

Dale seguimiento a tu tratamiento psiquiátrico

Si has estado recibiendo tratamiento relacionado con alguna enfermedad mental o depresión, habla con tu psiquiatra sobre la necesidad de cambiar las dosis o receta de medicamentos para su adaptación con tu tratamiento para la obesidad.

Come sano

Comer sano es clave para perder peso después de la cirugía, pero también es fundamental para prevenir la depresión y otras enfermedades mentales. Es muy importante que te asegures de estar recibiendo nutrientes, calorías e hidratación suficiente todos los días. La falta de cualquiera de estos factores podría crear complicaciones y desencadenar síntomas depresivos. Asegúrate de asistir siempre a tus consultas de seguimiento con tu médico.

Duerme suficiente

Dormir suficiente ayuda a tu cerebro a mantenerse saludable. Duerme al menos 8 horas al día e intenta acostarte a la misma hora todas las noches y levantarte por la mañana aproximadamente a la misma hora. Establecer una rutina para acostarse y levantarse podría ayudar a lograr este hábito.

Haz ejercicio regularmente

El ejercicio ayuda a alcanzar tus objetivos de pérdida de peso después de la cirugía bariátrica, pero también ayuda a la salud mental al mantener tu cuerpo activo. Nuestro equipo de expertos en LIMARP puede ayudarte con un plan de actividad física diseñado especialmente para ti.

Dedica tiempo para ti

Existen otras actividades de bienestar que pueden ayudar a mantenerte concentrado y a reducir tu ansiedad. Los programas de meditación o yoga pueden ser una buena alternativa. Si no estás convencido de este tipo de actividades, busca un pasatiempo que pueda relajarte reducir tu estrés. Dibujar, coser, tejer, cantar, bailar, cultivar un huerto o hacer manualidades son solo algunos ejemplos de actividades simples que podrían ayudar. Conecta con lo que te gusta y siéntete libre de explorar. No te presiones en obtener resultados perfectos de estas actividades; simplemente vívelas para permitir que tu mente se concentre en el momento presente, canalice tu motivación y disfrute el proceso.

Contáctanos

Si deseas obtener mayor información sobre cirugía bariátrica y depresión, ponte en contacto con nuestra clínica, ubicada en Tijuana, México. Nuestro equipo de expertos con gusto te podrá ayudar.